Es que los fiscales Rafael Vehils Ruiz y María Correa, consideraron que la causa que investiga una red de criptoestafas, lavado de dinero y asociación ilícita, y que tiene una veintena de imputados, ya supera las 200 fojas en el expediente, solicitando formalmente la elevación a juicio del mismo. –eldiariodecatamarca.com
La Fiscalía Federal de Catamarca, a cargo de Rafael Vehils Ruiz y María Delicia Correa, solicitó formalmente la elevación a juicio de la causa que investiga las criptoestafas perpetradas por Edgar Adhemar Bacchiani y una red de más de una docena de presuntos cómplices.
En el escrito presentado ante el Juzgado Federal, los representantes del Ministerio Público Fiscal sostienen que se trata de “una de las causas más importantes de la historia judicial de la provincia”, con más de tres años de investigación, más de 200 cuerpos de expediente, una veintena de imputados y más de un centenar de denunciantes.
Los imputados enfrentan cargos por intermediación financiera no autorizada agravada, lavado de activos, defraudación mediante un esquema Ponzi y asociación ilícita, con distintos grados de participación.
Esta presentación amplía la elevación parcial realizada por el juez federal Miguel Ángel Contreras en febrero de este año, que incluía a Bacchiani y otros seis imputados. Ahora, los fiscales incorporan a nuevos acusados: Sofía Esther Aylan, Aldana Donato, Pablo Olmi, Franco Brey y Ernesto Washington Erdbercher Denett.
El escrito detalla que la causa se originó en septiembre de 2020, cuando la Fiscalía tomó conocimiento de una operatoria fraudulenta basada en inversiones con criptomonedas. Bacchiani, quien se presentaba en redes como un “trader god” y pionero en inversiones digitales, ofrecía a través de ADHEMAR CAPITAL S.R.L. planes que prometían rentabilidades fijas de entre el 10% y el 20% mensual, mediante operaciones en criptomonedas y el mercado de divisas (FOREX).
Los fiscales advirtieron contradicciones en los contratos ofrecidos, ya que, pese a prometer ganancias garantizadas, también advertían sobre la posibilidad de perder el capital. De hecho, el propio Bacchiani declaró que “se podía perder absolutamente todo”.
Además, la CNV y el BCRA informaron que ni Bacchiani ni su empresa estaban habilitados para ofrecer servicios de intermediación financiera. La Gerencia de Fiscalización de Actividades no Autorizadas del BCRA concluyó que Adhemar Capital funcionaba mayormente con fondos de terceros, y que los rendimientos ofrecidos eran notoriamente superiores a los reales, configurando así un esquema piramidal clásico, el dinero de los nuevos inversores se usaba para pagar rentas a los anteriores.
En la presentación, también se detallan maniobras de lavado de activos, como la compra de bienes y la participación en diversas sociedades para darle apariencia de legalidad a fondos de origen ilícito.