La oposición avanza con proyectos que el Gobierno ya anunció que vetará y pone en riesgo el equilibrio fiscal y político.

El Gobierno deberá tomar nota de lo que pasó esta semana en el Congreso de la Nación y recuperar el trabajo político si no quiere volver a sufrir derrotas que comprometan el equilibrio fiscal. Los pocos rechazos que tuvieron los emplazamientos para debatir el financiamiento del Garrahan y de las universidades en Diputados son un anticipo de lo lejos que está la Casa Rosada de blindar un eventual veto en estos temas.

Con el feriado del miércoles, la oposición acelera los pasos en el trabajo parlamentario. El martes por la tarde buscarán dictaminar en la comisión de Presupuesto y Hacienda estos dos proyectos que fueron emplazados el miércoles pasado. José Luis Espert (La Libertad Avanza) deberá abrir la comisión y solo recibirá malas noticias.

La intención de Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre será llevar estos dos temas a una sesión para la semana que viene. Martín Menem ya les pidió a los jefes de bloque que se respete el receso parlamentario durante las últimas dos semanas de julio. Es decir, que no haya pedidos de sesión especial para esa fecha.

Cuándo podría ser la próxima sesión en Diputados

Por eso, el miércoles 16 de julio aparece como fecha tentativa para tratar estos dos proyectos de financiamiento, que el Gobierno ya dijo que vetará porque "comprometen el orden fiscal". Sin embargo, a priori, están muy lejos de llegar a los 87 que necesita el Gobierno para sostener el veto. En la votación de emplazamiento de universidades, solo 68 lo hicieron en contra, y en el del Garrahan, 66.

Esto se da en medio de una nueva cruzada entre los gobernadores, que fueron clave para el quórum de la última sesión, y la Casa Rosada. Los mandatarios provinciales aseguran que los funcionarios nacionales desoyen los reclamos de reactivación de obras y que no reciben los fondos necesarios para mantener los distintos servicios.

La semana pasada los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Raúl Jalil (Catamarca), Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco), Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando "Rolo" Figueroa (Neuquén), Gustavo Sáenz (Salta) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe) fueron clave para la construcción del quórum. Todos aportaron entre uno y cuatro diputados para abrir una sesión que le dejó varios dolores de cabeza al Gobierno nacional.

El peronismo prepara su jugada en el Senado

En paralelo, en el Senado, Unión por la Patria quiere sesionar el jueves que viene para tratar los proyectos que ya tienen media sanción y fueron dictaminados el mismo día de la semana pasada: moratoria, discapacidad y el aumento a las jubilaciones. Al igual que los anteriores, se trata de iniciativas que la Casa Rosada se dispone a vetar, aunque el gran interrogante está en si este año podrá retener a los 87 héroes que en 2024 cuidaron los vetos presidenciales.

El interbloque que preside José Mayans empezó el sondeo para ver cuántos senadores estarían presentes para sesionar el jueves 10 de julio, según revelaron fuentes parlamentarias a MDZ. Saben que el feriado del día anterior es un gran obstáculo en la Cámara alta, ya que muchos viajarán a sus provincias para participar de actos oficiales o simplemente hacer campaña.

Además, saben que la titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, puede tomar el pedido de sesión, pero formalizar la convocatoria para más adelante. "Vamos a buscar forzar la sesión para el jueves, porque el quórum estaría bien", deslizaron desde el despacho de una de las espadas parlamentarias del peronismo en el Senado.

Así las cosas, el Gobierno nacional deberá retomar el trabajo político hacia el interior del Congreso de la Nación si no quiere volver a recibir una serie de cachetazos que comprometan no solo el equilibrio fiscal, sino también las relaciones políticas con los aliados.