El informe, solicitado por la Justicia y elaborado por una consultora independiente, analiza los efectos ambientales, culturales y socioeconómicos en la Subcuenca del Río Los Patos y Salar del Hombre Muerto. Incluye un plan de gestión para garantizar monitoreo y participación comunitaria. –eldiariodecatamarca.com

El Gobierno de Catamarca cumplió con la presentación del documento final del Estudio y Gestión del Impacto Acumulativo Integral (EGIA) sobre la actividad minera de litio en la Subcuenca del Río Los Patos y el Salar del Hombre Muerto, ubicados en Antofagasta de la Sierra.

Esta presentación responde a un pedido de la Corte de Justicia de Catamarca, que en marzo del año pasado ordenó la realización de un estudio independiente tras un planteo ambiental realizado por una comunidad originaria.

El análisis fue desarrollado por una consultora independiente conformada por especialistas en diversas áreas relacionadas con la problemática minera y financiado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI). El trabajo comenzó en septiembre de 2024 y se extendió hasta mayo de este año, incluyendo múltiples instancias de participación comunitaria local, así como intercambios con expertos en distintas disciplinas.

El resultado principal del estudio se plasmó en un Plan de Gestión de los Impactos Acumulativos (PGIA), una herramienta estratégica destinada a fortalecer la coordinación entre jurisdicciones e instituciones, promoviendo la participación informada de todos los sectores sociales. El PGIA integra conocimientos científicos con saberes locales para facilitar la toma de decisiones en beneficio de la comunidad y el ambiente.

El plan está estructurado en siete programas clave de monitoreo y control, que abordan de manera preventiva, adaptativa y participativa aspectos meteorológicos, hidrológicos, de biodiversidad, patrimonio cultural, dimensiones socioculturales y socioeconómicas, comunicación y participación comunitaria, y seguimiento del propio PGIA.

La evaluación, basada en información de estudios previos, indica una estabilidad general de los sistemas ambientales, socioculturales y productivos, pese al contexto de cambio climático y al avance de proyectos mineros e infraestructurales.

Los modelos hidrogeológicos validados sugieren que el acuífero mantendrá su capacidad de recuperación incluso bajo escenarios de explotación minera, resaltando la importancia de mantener y reforzar los programas de monitoreo para una gestión hídrica precautoria y adaptativa.

En materia de biodiversidad, los registros evidencian comunidades estables y procesos naturales dinámicos propios del entorno altoandino. La Vega Trapiche sobresale por su recuperación ecológica asociada a acciones específicas de restauración.

El patrimonio cultural se mantiene en buen estado general, aunque el estudio subraya la necesidad de implementar estrategias integrales de manejo que combinen la conservación física con la participación activa de la comunidad local.