El rector de la UNCA, Oscar Arellano, confirmo además  que se abrió una investigación tras la denuncia contra la directora de la FRAY por medir la pollera de alumnas. Por otro lado, Verónica Ribotta, madre de una alumna, remarcó que no se discute la normativa, sino los procedimientos y el respeto hacia las estudiantes. –eldiariodecatamarca.com

El rector de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA), Oscar Arellano, se refirió al conflicto suscitado en la Escuela Preuniversitaria, Fray Mamerto Esquiú, tras la denuncia de un grupo de alumnas, por el accionar de la directora del establecimiento, quien fue señalada por exponer alumnas por el incumplimiento en los reglamentos de vestimenta escolar.

Arellano, en diálogo con el periodista José Alsina Alcobért, por La Isla FM en una extensa entrevista, que a continuación se resume, confirmó que se inició una investigación sumaria para esclarecer los hechos, “Recibimos una denuncia escrita y, frente a la negativa pública de la directora, lo que corresponde es investigar. Como institución educativa tenemos la obligación de hacer cumplir las normas, pero siempre en un marco de respeto, resguardando la integridad física, moral y psíquica de los chicos”, señaló.

También destacó que el debate central no pasa por la validez de las normas, sino por el modo en que se aplican, “Las reglas existen y deben cumplirse, pero si alguna no se considera adecuada, el camino es revisarla institucionalmente. Lo que está en tela de juicio es el procedimiento y la acusación de maltrato”. Además agregó que, “Nosotros tenemos la responsabilidad como institución educativa de hacer que se cumplan las normas, pero también resguardar la integridad física, moral y psíquica de los alumnos. Tenemos la obligación de resguardar los valores “ puntualizaba. 

Durante la entrevista con el rector, también en comunicación simultaneamente, Verónica Ribotta, mama de una alumna que asiste a la escuela, le manifestó a Arellano, su preocupación ante el cuestionable accionar de la directora, “No discutimos la existencia de normas, sino las maneras en que se hacen cumplir. Algunas chicas expresaron que los modos de la directora no fueron correctos y eso las hizo sentir mal. Lo que sí nos parece es que hay que revisar los formas en como se hace cumplir las normas, la formas. Lo que hubiera sido correcto es hablar con las alumnas por separado y no exponerlas de esa manera. Creemos que lo ideal es abrir un espacio de diálogo permanente con directivos, alumnos, docentes y familias”, sostenía la progenitora.

En la misma línea, Ribotta remarcó que los padres ya están organizándose en una asociación y adelantó que presentarán una nota formal para plantear estos puntos, ante la autoridades que corresponden, “La escuela es un reflejo de la sociedad. Hay muchos temas por discutir y todos los actores debemos asumir responsabilidades. La mejor forma es institucionalizar un espacio de participación”.

Por su parte, Arellano coincidió con la propuesta que expuso Ribotta y reveló que la reforma del Estatuto Universitario prevé la creación de un Consejo de Escuelas Preuniversitarias, “Será un ámbito donde padres, alumnos y docentes puedan debatir y anticiparse a estos problemas. Es necesario que haya concordancia entre la escuela y las familias, porque lo mejor que le puede pasar a los chicos es que ambos espacios trabajen juntos”. Destacando que las formas de manejar este tipo de situaciones es “Los directivos tenemos que ser responsables, prudentes y muy respetuosos en las maneras en como manejamos determinadas situaciones”, resumía.