La camarera, forzada a usar la mano izquierda por una lesión, enfrentó el reclamo del cliente supersticioso y se hizo viral
Una moza española se encontró en una situación inesperada cuando un cliente manifestó su enojo porque le sirvió una copa con la mano izquierda, considerándolo un gesto de mala suerte. La trabajadora relató su experiencia a través de la cuenta “Soy Camarero”, conocida por compartir historias de empleados de la industria de servicios en las redes sociales.
Soy Camarero difundió esta particular vivencia en su cuenta de X, plataforma antes conocida como Twitter. La camarera explicó que debido a una tendinitis en la muñeca derecha se veía obligada a utilizar la mano izquierda para servir bebidas, ya que, de lo contrario, se agravarían los síntomas de su lesión. A pesar de explicarle educadamente su situación al cliente, la reacción fue inesperada. Según relató, el cliente respondió: “Me da igual, quiero que me sirvas con la derecha”.
Ante la insistencia del cliente y su negativa a aceptar el servicio con la mano izquierda, la joven tuvo que recurrir a otra empleada para poder satisfacer la solicitud del hombre. “Tuve que llamar a otra compañera para complacerlo, pero tras vivir situaciones así lo único que deseas es dejar la hostelería”, concluyó la trabajadora en su relato.
El administrador de la cuenta, Jesús Soriano Coto, quien se encuentra detrás de Soy Camarero, subrayó la falta de empatía que demuestran algunos clientes hacia los trabajadores del sector. La publicación de la anécdota rápidamente se volvió viral, acumulando miles de reproducciones y numerosos comentarios que apoyaban y defendían a la trabajadora.
En varios comentarios, usuarios manifestaron su incredulidad y apoyo solidario hacia la camarera. “Es increíble cómo algunos no pueden entender que todos tenemos días malos o limitaciones físicas. Espero que esta colega se recupere pronto de su tendinitis”, comentó un seguidor.
Esta situación resalta no solo la superstición que aún pervive en algunas personas, sino también las condiciones difíciles que enfrentan los mozos y trabajadores gastronómicos, quienes deben lidiar con clientes difíciles mientras cumplen con sus tareas diarias, muchas veces desafiando sus límites físicos o circunstancias de salud.
La plataforma Soy Camarero, gestionada por Soriano Coto, ganó notoriedad precisamente por visibilizar estas historias y brindar a los trabajadores del sector un espacio para compartir sus vivencias y recibir apoyo de la comunidad. Este relato, en particular, despertó una discusión más amplia sobre la empatía y adaptabilidad que debería existir en la relación cliente-camarero, especialmente cuando se trata de circunstancias inevitables como problemas de salud.