La mujer figuró en los informes oficiales justo antes de que se señalara como principal implicado a Christian B, quien salió de prisión recientemente

La Policía de Portugal y la de Reino Unido investigaron a una mujer alemana hace siete años. El motivo fue porque sospechaban que la noche del 3 de mayo de 2007 esa mujer había atropellado a la pequeña Madeleine McCann y se había fugado junto a su cadáver para deshacerse de él.

Esa línea de investigación, que ya se cerró, contemplaba la posibilidad de que la niña de tres años se hubiera despertado, hubiera abandonado su apartamento situado en Praia da Luz por una puerta trasera que estaba abierta y hubiera sido embestida por un automóvil algo más tarde.

Esta mujer se incluyó en una lista de posibles sospechosos justo antes de detener a Christian B., que hace unos días salió de la cárcel tras cumplir sentencia por violar a una anciana en un municipio portugués en el año 2005, y que fue el principal sospechoso de la desaparición de la pequeña. Aunque siempre se erigió como el principal sospechoso, nunca se abrió una causa contra él.

Muchos medios se hicieron eco de la teoría del atropello e incluso, el periódico portugués Correio da Manha publicó esta noticia.

El canal británico Sky News le informó a la mujer de que estuvo en el punto de mira de las autoridades. Tal y como ella misma aseguró durante la desaparición de la pequeña "ni siquiera tenía el coche" porque estaba trabajando en el Ocean Club, restaurante donde cenaron los padres de Madeleine y sus amigos.

De la misma manera, la mujer relató que en aquel momento la Policía de Portugal registró su vivienda, pero también la de muchos residentes de esa zona. También, ella admitió que las autoridades fueron varias veces a su domicilio. En concreto, cuando los agentes visitaron su vivienda por segunda vez, le pidieron que vaciase el congelador. Tras esa petición, ella confirmó que se molestó y que respondió a los agentes que si pensaban que había "cortado en pedacitos" a la niña para "comérsela en la cena".

Además, la mujer contó, que una década después el crimen, la Policía de Alemania la contactó. En ese nuevo contacto, los agentes alemanes le preguntaron si conocía aChristian B. y si lo había visto cerca del apartamento de la familia McCann. Ante estas preguntas, ella negó haberle visto cerca.