En el marco de los 250 años de la llegada de la primera santa argentina a Catamarca y el aniversario de Gendarmería Nacional, se entregaron reliquias e imagen de Mama Antula a la Catedral. –eldiariodecataamrca.com
En una emotiva celebración, el domingo 27 de julio, el Santuario Catedral de Catamarca fue escenario de un acto cargado de simbolismo y fe: se presentó la imagen de María Antonia de San José, conocida como Mama Antula, junto con reliquias de primer, segundo y tercer grado, en homenaje a su paso por la provincia hace 250 años y en el marco del 87º aniversario de Gendarmería Nacional.
La ceremonia tuvo lugar durante la Santa Misa de las 20.00, presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el rector del Santuario, padre Juan Ramón Cabrera. Encabezando la procesión, la bandera de canonización de Mama Antula acompañó el ingreso de los misioneros y del personal del Escuadrón Catamarca, quienes hicieron entrega formal de la imagen al templo.
La profesora María Cristina Fernández, misionera junto a su esposo Pablo Pérez, relató uno de los momentos más significativos de la vida de la santa durante su estadía en Catamarca en 1775, “Mama Antula sufrió un grave accidente, con una costilla incrustada en un pulmón. Los médicos la desahuciaron, pero ella se encomendó a la Virgen del Valle y al día siguiente amaneció curada. Esa gracia fue el inicio de una profunda devoción que conservamos hasta hoy”, destacó.
Durante esa visita histórica, Mama Antula organizó tandas de ejercicios espirituales, aunque se desconoce con precisión en qué edificio se realizaron. “Sabemos por sus cartas que estuvo aquí, aunque muchos lugares han sido demolidos o modificados. Se cree que pudo haber sido en algún antiguo colegio jesuita”, comentó Fernández.
En memoria de aquella presencia y su legado espiritual, el comandante Jorge Fagundez, jefe del Escuadrón Catamarca, en representación de todo el personal de la fuerza, entregó la imagen al padre Cabrera. La imagen fue bendecida por el obispo Urbanč y permanecerá expuesta para su veneración en el principal Santuario de la Diócesis de Catamarca.