Luego de varios días internado en su domicilio, a raíz de una dura enfermedad, el entrenador de Boca falleció este miércoles.

El actual entrenador de Boca falleció este miércoles a los 69 años. Su fortaleza ante una larga enfermedad marcaron una vida dedicada al fútbol. El adiós a un símbolo de trabajo, humildad y pasión.

El fútbol argentino se viste de luto para despedir a uno de sus técnicos más queridos. Miguel Ángel Russo, actual entrenador de Boca Juniors, falleció este miércoles a los 69 años de un paro cardiorespiratorio, dejando una huella profunda en todos los que compartieron vestuarios, canchas y sueños con él.

La información se confirmó pasadas las 19 horas. Segun el periodista Tato Aguilera, de TyC Sports, Russo, quien se encontraba con internación domiciliaria y cuidados intensivos desde hace unos días, "falleció de un paro cardíaco en su casa junto a su hija".

Dueño de un perfil bajo y un carácter sereno, Russo supo construir respeto donde estuvo. No necesitaba levantar la voz para hacerse escuchar. Su sola presencia imponía calma, confianza y trabajo. Era, como muchos lo definían, “un tipo de vestuario”, de esos que entienden que el fútbol es, antes que nada, un espacio humano.

Nacido en Lanús, Buenos Aires, el 9 de abril de 1956, Russo se formó futbolísticamente en Estudiantes de La Plata, donde fue un emblema como mediocampista central. En el Pincha vivió la esencia del sacrificio y la táctica que luego marcarían su estilo como entrenador. Jugó 432 partidos con la única camiseta que vistió como jugador durante casi 13 años: convirtió 12 goles y colgó los botines cuando el cuerpo le pidió freno pero la pasión no.

Debutó como profesional el 30 de noviembre de 1975, sustituyendo al Fantasma Benito en el empate 2-2 ante San Martín de Tucumán, como visitante, por la décima sexta fecha del Nacional de ese año, bajo la conducción técnica de Carlos Salvador Bilardo. Su retiro definitivo se produjo el 15 de junio de 1988, en la caída 1-2 ante Independiente en 1 y 57, en el partido de vuelta de los octavos del final de la Liguilla Clasificación del Campeonato 1987/88.

Apenas un año después, ya estaba sentado en un banco. Su carrera como director técnico fue tan extensa como coherente. Pasó por Lanús, Los Andes, Rosario Central, Vélez, Racing, San Lorenzo, Estudiantes de La Plata, Huracán, Central Córdoba, Cerro Porteño, Alianza Lima, Millonarios y Boca, entre otros. En todos dejó su sello: trabajo, respeto y una visión del fútbol donde la persona valía tanto como el resultado.