Aníbal Lazzaroni, especialista en ciberseguridad, se refirió a la polémica por la modificación de documentos de la AFA.

La modificación de los boletines que la Asociación del Fútbol Argentino publica cada semana en relación a las determinaciones que se toman, generó más revuelo en los pasillos de calle Viamonte por tratarse de una operación que podría disparar graves consecuencias para la entidad.

Si bien restan las investigaciones correspondientes, todo indica que desde la AFA alteraron un boletín con algún objetivo hacia terceros, porque tras la publicación oficial el lunes pasado, surgieron dudas en relación a la fecha de modificación del documento en cuestión.

En el mismo se determinaba una sanción para Estudiantes de La Plata luego de la polémica que se originó en el partido ante Rosario Central cuando ingresaron los equipos al campo de juego. Sin embargo, la posible modificación sobre la marcha del documento cambió todos los planes posibles y disparó un sinfín de interpretaciones.

La opinión de un especialista en ciberseguridad

Aníbal Lazzaroni, especialista en ciberseguridad y grooming, dialogó en el programa Digamos Todo, por MDZ Radio FM 105.5, y explicó algunos puntos relacionados con esta situación: “La verdad que no resiste ningún análisis, la gente peca por su ignorancia. Hoy, cualquier persona sabe que tiene un archivo de operaciones avanzadas que muestra todas las características que ese documento tiene”.

En ese sentido, el especialista agregó que “realmente deja a las claras que era una persona que trató de generar un documento para generar una desventaja a favor de otra persona o de otro equipo, sin tener en cuenta que todo lo que nosotros hacemos dentro de la virtualidad tiene un registro. Diferente hubiera sido si esa persona hubiera tenido conocimiento y modifica el cronómetro que tiene el equipo donde lo hubiera producido”.

“Vos en ese caso te hubieras remitido a febrero, un día antes de la fecha con que sale el comunicado, colocas eso como fecha estándar, reiniciás el equipo y cualquier documento que vos produzcas en ese momento tiene esa fecha de origen”, explicó Lazzaroni sobre la posible modificación de la fecha del documento.

Una operación burda

El docente también admitió que si quisiera hacer un relato de una investigación criminal sobre este caso, sería imposible: “Fue tan burdo lo que hicieron, que no resiste análisis. Hicieron algo sin tener en cuenta que en lo digital, todo tiene un archivo posterior, que se puede hacer el seguimiento de todo lo que se haga, inclusive hasta de una foto”.

Por último, Lazzaroni hizo referencia a las posibles consecuencias legales que esta situación podría traer aparejadas: “En principio lo encuadraría en falsificación de documento público, estamos hablando de una entidad oficial. Y aparte falta de los deberes de funcionario, o sea, yo no puedo producir un documento donde esté fraguando fechas, entonces es un delito”.