Las previsiones significan una profundización de la contracción económica respecto al último reporte del organismo, difundido en febrero.

Un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destacó que el PBI de Argentina caerá un 3,3% este año, profundizando la caída del 2023 y será el país con la mayor contracción del mundo por detrás de Arabia Saudita.

“Se espera que el PIB se contraiga un 3,3% en 2024, antes de crecer un 2,7% en 2025″, indicó la OCDE en su nuevo informe de perspectivas difundido este jueves. En este sentido, señaló que la alta inflación, el ajuste fiscal “considerable pero necesario” del gobierno de Javier Milei y la incertidumbre política pesarán sobre el consumo privado y la inversión durante la mayor parte de este año.

El año pasado, la contracción alcanzó el 1,6%. Al respecto, el organismo sostuvo que “la actividad se contrajo un 1,4% en el cuarto trimestre de 2023, a pesar de una fuerte recuperación de la producción agrícola”.

En este sentido, detalló que “la industria, la construcción, las ventas minoristas, la intermediación financiera y los servicios públicos fueron los sectores más afectados por el ajuste fiscal y la erosión de los ingresos reales que siguió a la devaluación del 54% de la moneda y al pico de inflación posterior en diciembre”. Además, puntualizó que “la desaceleración continuó en enero de 2024 con una contracción del 4.3% en comparación con el mismo período del año anterior”.

En referencia a la variación de precios, reveló que “la inflación anual alcanzó el 288% en marzo, pero los cambios mensuales en los precios han comenzado a moderarse”.

Continuando en esa línea, la organización destacó que “la inflación se está desacelerando visiblemente” y proyecta que “con el tiempo disminuirá de forma más pronunciada”. Así lo refleja en la merma de sus proyecciones, que en febrero marcaban una variación de precios del 250,6% anual y ahora estima que será del 208,1% para este año y del 71,2 % para 2025.

El informe remarcó que “los precios regulados aumentaron rápidamente a principios de 2024”, precisando que “los controles de precios se han aliviado desde diciembre para corregir distorsiones de precios relativos, lo que resultó en el ajuste de tarifas de electricidad y transporte público, precios de combustible, medicamentos prepagos y alquileres”.

En este marco, la OCDE advirtió que “el entorno doméstico desafiante pesará sobre la actividad durante la mayor parte de 2024”, indicando que “la disminución de los ingresos reales afectará al consumo privado y la incertidumbre sobre el ritmo de las reformas frenará la inversión privada” y agregando que “se espera que el consumo y la inversión pública disminuyan en medio de ambiciosos planes de consolidación fiscal”.

Asimismo, estimó que “el levantamiento gradual de las restricciones a las importaciones y los controles cambiarios impulsará eventualmente la recuperación de la demanda interna, particularmente en 2025” y agregó que “la demanda reprimida resultante de estas restricciones mantendrá las importaciones fuertes, mientras que las exportaciones continuarán su robusta recuperación”.

La organización evaluó que “el ajuste continuo pondrá a la economía en una base más sólida, sustentando una recuperación gradual a finales de 2024 y en 2025”.

En cuanto a las recomendaciones de la OCDE, el informe aseguró: “Es necesario intensificar el progreso con las reformas estructurales. Se necesitan medidas fiscales adicionales para alcanzar el objetivo primario anunciado, al tiempo que se preservan los beneficios bien dirigidos para los hogares vulnerables. Una estrategia fiscal creíble a mediano plazo, basada en mejoras en la eficiencia del gasto público, mejorarían de manera sostenible la estabilidad macroeconómica”.