Tras más de una década de incertidumbre, un jurado popular encontró culpable al exmarido de la víctima por el delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo. La audiencia de cesura será el próximo martes. –eldiariodecatamarca.com

Este viernes culminó el juicio por jurados contra Roberto Alejandro Barros, quien fue declarado culpable por la muerte de su esposa, Sonia Liliana Garabedián, ocurrida en diciembre de 2010. En un veredicto unánime, el jurado popular lo encontró responsable del delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por mediar una relación de pareja.

La audiencia de cesura, en la que se definirá la pena que deberá cumplir, fue programada para el próximo martes a las 11:00 hs. El delito por el cual fue condenado contempla una pena de entre 5 y 15 años de prisión.

Una causa que cambió de rumbo tras una década

Garabedián fue hallada sin vida el 12 de diciembre de 2010, en un descampado cercano a Nueva Coneta. En ese momento, la autopsia inicial determinó como causa de muerte inanición y deshidratación, y el caso permaneció sin avances durante años.

Sin embargo, en septiembre de 2022, un nuevo informe del equipo de Tanatología de Gendarmería Nacional reveló que la verdadera causa del fallecimiento fue asfixia por estrangulamiento, lo que reorientó la investigación y derivó en la imputación formal de Barros como autor penalmente responsable.

El desarrollo del juicio

Durante el juicio, testificaron los hijos de la pareja y una hermana del imputado, quienes coincidieron en que Sonia se encontraba en un grave deterioro físico y mental antes de su muerte, y relataron que había sido aislada progresivamente de su entorno.

La fiscal Jesica Miranda argumentó que Barros conocía la situación de extrema vulnerabilidad de su esposa y tenía la obligación de asistirla. Por su parte, la querella, encabezada por el abogado Sarquis, fue más allá al hablar de un “abandono sistemático”.

En contraste, la defensa del Dr. Herman Zalazar sostuvo que la mujer padecía una enfermedad mental severa, y que su defendido actuó “como pudo” en un contexto familiar crítico, sin intención de abandono. Alegó que Barros incluso salió a buscar a su esposa el 4 de diciembre de 2010, fecha en la que fue vista por última vez.

Un caso con impacto social y judicial

El caso Garabedián se convirtió en un precedente judicial en la provincia, no solo por su complejidad y el tiempo transcurrido, sino también por la participación del jurado popular y el giro que tomó la causa gracias a una pericia clave realizada más de una década después de los hechos.

Con el veredicto ya emitido, el juicio entra en su etapa final. El próximo martes se conocerá la pena que deberá cumplir Roberto Alejandro Barros, cerrando un capítulo doloroso para la familia de la víctima.