Así lo resolvió el Juzgado de Control Nº 4 de esa ciudad, condenando a Cristian Joaquín Pacha a seis años y ocho meses de prisión, más una inhabilitación para conducir por el plazo de diez años. El ahora condenado fue responsable del choque múltiple en avenida Chacabuco, en la cual salió muy gravemente herida la catamarqueña Andrea Larcher. –eldiariodecatamarca.com

El fallo fue dictado por la jueza Anahí Hampartzounian durante una audiencia oral realizada en Tribunales II. Según informó la magistrada, los fundamentos completos del veredicto se darán a conocer el próximo 30 de mayo a las 13:00 horas. 

No obstante, en su exposición adelantó una respuesta detallada a los principales argumentos defensivos, en presencia de las víctimas y del propio imputado. El trágico hecho dejó múltiples heridos con lesiones de diversa gravedad. Entre las víctimas se encuentra María Andrea Larcher, oriunda de Andalgalá, quien sufrió la amputación de una pierna como consecuencia del impacto.

De acuerdo con la causa, Pacha de 69 años, conducía un Toyota Corolla por una zona de alto tránsito peatonal cuando perdió el control del vehículo y embistió a varias personas. Las pericias determinaron que padecía epilepsia, una afección que legalmente le impedía manejar. Además, se comprobó que el acusado había falseado información médica en la declaración jurada presentada para renovar su licencia de conducir.

Durante el proceso se acreditó que tres médicos distintos le habían contraindicado expresamente la conducción de vehículos. Pese a ello, Pacha decidió manejar, lo que fue clave para la jueza al momento de establecer la responsabilidad penal. Hampartzounian consideró que el acusado actuó con pleno conocimiento del riesgo que implicaba su accionar, configurando un delito doloso y no simplemente imprudente.

La defensa solicitó una recalificación del hecho como culposo, es decir, sin intención de provocar daño. Sin embargo, el planteo fue rechazado por la jueza, quien argumentó que el resultado era absolutamente previsible dada la condición clínica del imputado, y que tenía el deber de evitarlo.

A pesar de la gravedad del caso, la magistrada concedió el beneficio de prisión domiciliaria, en atención al delicado estado de salud del acusado, quien además de epilepsia presenta hipertensión y problemas cardíacos. La condena será cumplida bajo control electrónico, y se fijó una caución de 180.000 dólares, que podrá ser garantizada con un inmueble ofrecido por la defensa.

El fallo generó reacciones dispares en la comunidad. Familiares de las víctimas expresaron su disconformidad y continúan reclamando justicia, al tiempo que demandan mayores controles en la emisión de licencias de conducir, especialmente en casos donde existan condiciones médicas de riesgo.

Este caso reaviva el debate sobre la necesidad de reforzar los mecanismos de evaluación médica para la habilitación de conductores, con el objetivo de preservar la seguridad de todos los ciudadanos en la vía pública.