La Secretaría de Energía anunció que "el sistema de transporte de gas ya no se encuentra en emergencia", permitiendo iniciar una liberación progresiva del servicio interrumpido.- eldiariodecatamarca.com
El Gobierno confirmó este viernes la reanudación del suministro de gas natural comprimido (GNC) a las estaciones de servicio que operan con contratos firmes y autorizó el regreso parcial del servicio para industrias seleccionadas.
La Secretaría de Energía anunció que "el sistema de transporte de gas ya no se encuentra en emergencia", permitiendo iniciar una liberación progresiva del servicio interrumpido. Los gasoductos y las estaciones de regulación y medición lograron estabilizar sus niveles de presión tras el pico de consumo.
La causa central de la crisis fue la histórica ola polar que azotó el país, elevando la demanda prioritaria a niveles nunca vistos. El miércoles 2 de julio, el consumo de gas alcanzó 100,3 millones de metros cúbicos diarios (m3/día), rompiendo récords y desbordando la capacidad del sistema.
Este aumento coincidió con la menor inyección de gas desde Vaca Muerta, dificultades en el transporte y retrasos en obras clave de infraestructura. El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) debió convocar al Comité de Emergencia, y decidió suspender la venta de GNC en gran parte del país durante casi 48 horas, además de interrumpir el servicio en sectores industriales, para proteger el suministro residencial.
Las zonas más afectadas por los cortes de GNC
Las áreas más impactadas por la crisis incluyeron La Plata y Mar del Plata, epicentros del problema en la provincia de Buenos Aires, donde la caída de presión generó serias complicaciones en el transporte público y las flotas comerciales.
En el interior del país, los cortes afectaron profundamente a Mendoza, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Salta y San Juan, donde el expendio de GNC quedó completamente suspendido durante el período crítico.
En la Ciudad de Buenos Aires, en cambio, la mayoría de las estaciones tienen contratos firmes, lo que permitió mantener el suministro activo, minimizando el impacto para los consumidores.
La crisis reciente dejó en evidencia las vulnerabilidades del sistema energético argentino frente a situaciones extremas. Si bien el Gobierno logró recomponer el servicio de GNC y gas industrial, persiste la necesidad urgente de inversiones que permitan robustecer la infraestructura y evitar nuevos colapsos.
El país enfrenta el desafío de reforzar su red de transporte, acelerar obras clave y garantizar un suministro seguro para industrias, estaciones de servicio y hogares. La atención seguirá centrada en las temperaturas invernales y en la capacidad oficial de asegurar que el gas fluya sin nuevas interrupciones en un invierno que recién comienza.