Las calabazas, los nenes pidiendo dulces y disfraces aterradores caracterizan este festejo, que tiene fuerte presencia en Estados Unidos pero que nació hace más de 3.000 años en Europa.

La noche de Halloween es una festividad de origen pagano que la astrología asocia con el arquetipo del signo de Escorpio. Entre películas, maquillajes, disfraces, esqueletos, fantasmas y máscaras, la fecha marca una efeméride que en los países de habla hispana conocemos como la Noche de Brujas.
Gracias a la cultura pop se ha extendido la elaboración de adornos como el Jack-o'-lantern, la calabaza tallada en la que se coloca una vela encendida cada Halloween, pero esta fecha tiene significados astrológicos y espirituales más profundos desde el esoterismo.
El origen de Halloween: ¿por qué se celebra el 31 de octubre?
Halloween tiene su origen en una vieja celebración celta que se realizaba hace más de 3.000 años cada 1° de noviembre: la fiesta pagana Samhain, que significa fin del verano en irlandés antiguo. Ese festival representaba el final de la temporada de cosechas y daba comienzo al año nuevo celta.
Los celtas creían que durante la noche del 31 de octubre, es decir de la víspera, la línea entre este mundo y el de los muertos se estrechaba a tal punto de que los espíritus, tanto buenos como malvados, podían caminar entre los vivos. Muchos usaban máscaras y otros disfraces para evitar ser reconocidos por los fantasmas.
Cuando Roma ocupó el territorio celta, se mezclaron las festividades de ambas culturas. En el siglo VII, el Papa Bonifacio IV trasladó el Día de Todos los Santos, que se celebraba el 13 de mayo, al 1° de noviembre, quizá con el objetivo de suplantar esa fiesta pagana. Así nació Halloween, contracción de All Hallow’s Eve, que significa Víspera de Todos los Santos.
La expansión de Halloween a otros países
Con la llegada de los irlandeses a Estados Unidos se exportaron también sus comidas, sus ritos, sus tradiciones. Entre ellas está Halloween, que poco a poco fue transformándose en una de las festividades más populares del país del norte.
Los norteamericanos hacen una gran celebración cada 31 de octubre, en donde no solo disfrazan a sus niños sino que además ponen adornos en sus casas, como falsas telas de araña y fantasmas hechas con sábanas blancas.
Además, allí es común que se realicen desfiles multitudinarios, que hasta incluyen carrozas de gran tamaño.
Luego de que se expandiera la celebración en Estados Unidos, la internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión, cuando en 1979 se estrenó Halloween, de John Carpenter, una película ambientada en la víspera de Todos los Santos que supuso una referencia para el cine de terror.
En la actualidad, es común que haya bares temáticos, fiestas y decoraciones alusivas en diferentes ciudades con la llegada de Halloween.
¿Por qué se asocia Halloween a los disfraces?
El uso de disfraces en Halloween no es solo una costumbre moderna. Su origen se encuentra en las creencias celtas del Samhain. Los habitantes temían encontrarse con seres del otro mundo, por lo que se vestían con pieles de animales y máscaras para pasar desapercibidos o intimidar a los espíritus malignos.
Con el tiempo, esta costumbre fue evolucionando. Durante la Edad Media, se popularizó la visita a casas cantando o rezando por los difuntos a cambio de alimentos, tradición conocida como “soul cake”. Los participantes solían llevar vestimenta especial, anticipando el actual “truco o trato”.
En Estados Unidos, durante el siglo XX, la industria del entretenimiento impulsó disfraces inspirados en monstruos de la literatura y el cine, como vampiros, brujas y fantasmas, y posteriormente en personajes de películas y televisión. El disfraz permitió a niños y adultos adoptar identidades imaginarias por una noche.
Hoy, la oferta de disfraces es prácticamente ilimitada: hay opciones terroríficas, originales y humorísticas. Lo central permanece: el disfraz sigue siendo una forma de enfrentar los miedos, integrarse a la fiesta y compartir con la comunidad.

 
            










