El viaje de instrucción que se hace anualmente no se realizaría por falta de fondos por no haber Presupuesto 2024. También hay atrasos en trabajos de mantenimiento.

La suerte de la posible anulación del viaje de instrucción de los jóvenes oficiales en la fragata ARA Libertad comenzó a definirse en una reunión celebrada en el Estado Mayor Conjunto (EMCO).

El viaje de la Fragata Libertad tiene como objetivo principal finalizar el ciclo de estudios de los jóvenes guardiamarinas, con una práctica náutica en las artes del mar antes de su graduación y estrechar vínculos con los países que visita, dice la misión.

Del encuentro celebrado 20 días atrás, participaron el titular del EMCO, brigadier general Xavier Isaac; el subsecretario de Gestión Administrativa, Pablo Costa; y los tres jefes militares, de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Fernando Mengo; de la Armada, contralmirante Carlos Allievi; del Ejército, general de brigada, Carlos Presti; y los responsables de finanzas de las fuerzas.

Allí se determinó una distribución de 1.500 millones de pesos en funcionamiento para cada fuerza en el trimestre y no había partida en “adiestramiento” para atender el periplo que año a año efectúa la Fragata Libertad, último escalón de la formación del oficial de marina.

A esa decisión, basada en la indisponibilidad de presupuesto conocida por todos, se agregó un condimento mediático en búsqueda de una salida política: que la zarpada dependerá de la marcha de las reparaciones que se llevan adelante en el velero escuela.

Luego de cada viaje, el navío es sometido a mantenimiento y, si corresponde, a reparaciones programadas que en el caso actual involucra la planta propulsora, motores principales y auxiliares.

La Armada tenía en calendario desde marzo la recorrida de los motores principales (mantenimiento mayor) de la fragata a realizarse en el Arsenal Naval de Puerto Belgrano

La sala de máquinas, como se denomina al compartimiento donde se aloja el corazón del buque, sus motores, fue totalmente modernizada durante la reparación de media vida, entre 2004 y 2007. En la actualidad la propulsan dos motores MAN de 6 cilindros con una potencia de 960 KW cada uno, acoplados a una caja reductora que desemboca en una hélice de paso variable. Los trabajos en marcha incluyen además dos generadores principales marca MTU de doce cilindros en V que entregan 420 kilowatt.

A la calamidad presupuestaria se agregó otra revelación compartida entre los presentes: cada fuerza tiene deudas impagas, por caso, con un proveedor común a todas: YPF. Morosidades del orden de los 800 millones de pesos con mayor impacto en la Fuerza Aérea por la lógica del alto valor del combustible aeronáutico.

Con esa cifra homeopática para el trimestre las fuerzas tendrán que honrar impagos, situación que deja al instrumento militar al borde de la parálisis.

La situación contrasta con actividades resonantes como la participación de buques y aeronaves en un ejercicio de interoperabilidad con el portaaviones estadounidense CVN-73 George Washington el próximo 30 de mayo.