Según un informe de la CAME, se movilizaron 2,1 millones de personas, un 16,6% menos que en 2024.
Los datos de los dos fines de semana largo de junio encendieron señales de alerta en el sector turístico. Según indicó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), viajaron 2.162.750 personas, lo que representa una baja del 16,6% en comparación con 2024, con una fuerte caída del gasto real, que se desplomó un 37,8% interanual.
En total, se movilizaron $412.372 millones en consumos vinculados al turismo, como alojamiento, transporte, gastronomía, recreación y compras, pero el análisis ajustado por inflación mostró un claro enfriamiento de la actividad.
La entidad señaló que el turista actual es “más austero”, y si bien recortó gastos en compras y entretenimiento, el principal ajuste se dio en la duración de las estadías: este año el promedio fue de 2,2 noches, cuando en 2024 había sido de 2,9 noches.
Aunque la celebración de los feriados del 17 y 20 de junio repitió el esquema del año anterior, la cantidad total de días cayó de siete a seis, lo que también pudo influir en el menor movimiento. Sin embargo, el factor clave sigue siendo el contexto económico, que limita el poder adquisitivo de millones de personas, incluso para escapadas cortas.
En este contexto, desde la CAME destacaron que, pese a las dificultades, hubo buenas respuestas en destinos con eventos populares o cercanos a los grandes centros urbanos, por ejemplo, en Córdoba y Misiones, se lograron picos de ocupación impulsados por el turismo interno y la búsqueda de propuestas accesibles.
Sin embargo, Argentina siguió liderando el turismo en Brasil. De acuerdo a datos del Instituto Brasileño de Turismo (Embratur), 2,2 millones de argentinos viajaron a Brasil en los primeros cinco meses de 2025, un salto del 96,8% frente al mismo período del año pasado.