Los resultados surgen de una evaluación provincial y que reflejan el severo problema que tienen los alumnos para leer y comprender los textos.

En Santa Fe solo 1 de cada 4 chicos de segundo grado alcanza un nivel aceptable de lectura, y más de 19.500 no comprenden lo que leen. Los datos, contundentes, surgen de la primera Evaluación Santafesina de Lectura, una prueba censal y nominal realizada en noviembre de 2024, que abarcó a 50.402 estudiantes de segundo grado de todas las escuelas públicas y privadas de la provincia.

El diagnóstico evaluó la rapidez, precisión y prosodia con la que los alumnos leen y fue presentado oficialmente por el ministro de Educación, José Goity, quien calificó la situación como “crítica y alarmante”.

La prueba alcanzó una cobertura del 95% del universo total de estudiantes, algo destacado incluso por expertos internacionales por su nivel de alcance. Sin embargo, los resultados encendieron todas las alertas:

4,6% de los estudiantes fueron clasificados como prelectores, es decir, no pueden leer ni palabras sencillas.

20,6% se ubican en el nivel Principiante 1, con una lectura muy básica.

36% están en el nivel Principiante 2, con silabeo predominante y lentitud.

Solo el 30% alcanzó un nivel Intermedio, mientras que apenas un 8,8% logró un nivel Fluido, que es el estándar esperado para segundo grado.

Esto implica que más del 61% de los alumnos presenta dificultades lectoras significativas, y que el 91% no llega al nivel óptimo. Los números reflejan que más de 19.500 chicos no alcanzan un umbral mínimo de alfabetización, y dentro de ellos, casi 5.000 directamente no saben leer.

“Los resultados son categóricos respecto al problema grave y dramático que tenemos en educación y alfabetización”, afirmó Goity. 

El informe también mostró diferencias por tipo de gestión: en las escuelas privadas, el 54% de los estudiantes se ubicó en los niveles intermedio o fluido, mientras que en las escuelas públicas ese porcentaje fue del 34%. “El problema es transversal, se da tanto en la escuela pública como en la privada, pero evidentemente hay un sistema que lo afronta con mejores herramientas y condiciones”, explicó el funcionario.

“Es una degradación del sistema educativo de por lo menos 20 años. Si multiplicamos 20 mil chicos con déficit lector por los últimos 10 años, tenemos más de 100 mil estudiantes en esta situación”. Y volvió a apuntar contra prácticas como la promoción automática, la no repitencia en secundaria y la discontinuidad docente. 

Finalmente, Goity fue tajante: “No se justifica que ningún chico de segundo grado no sepa leer y escribir. No hay razón económica, tecnológica ni de vulnerabilidad que lo explique. No lo podemos aceptar y quedarnos pasivos. Lo primero que tenemos que hacer es reconocer el problema, no esconderlo y afrontarlo con valentía”.

Ante este panorama, el Ministerio de Educación lanzó una serie de acciones focalizadas para mejorar los niveles de alfabetización, especialmente en tercer grado:

En primera instancia la implementación del Programa de Apoyo a la Alfabetización: incluye tutorías personalizadas de 20 minutos, dos veces por semana, dentro del horario escolar, con materiales específicos para docentes y alumnos. También contempla capacitaciones virtuales para docentes (sincrónicas y asincrónicas).

Programa de Formación Docente en Alfabetización: dirigido a escuelas priorizadas, propone ateneos didácticos presenciales y pagos, fuera del horario laboral. Constará de ocho encuentros de 4 horas cada uno, con materiales pedagógicos y está destinado a docentes que trabajan con alumnos que enfrentan mayores desafíos en lectura y escritura.

Estas medidas se suman al Plan Raíz, que continuará durante 2025 con estrategias estructurales para revertir una de las crisis educativas más profundas que ha enfrentado Santa Fe.