La conductora protagonizó casi 12 horas de tensión en donde debió intervenir, incluso, el SAME.
Wanda Nara protagonizó un “largo día” de tensión ayer en el complejo de edificios Chateau de la Avenida Libertador en donde vive ya que Mauro Icardi fue a buscar a sus hijas para pasar una semana con ellas por orden del juez y debieron interceder desde efectivos policiales hasta el SAME por una crisis de nervios de la mediática.
Once horas es el tiempo que Wanda demoró en entregar a Francesca e Isabella a su padre. Todo ese tiempo de llanto, gritos y la ansiedad de dos nenas por no saber lo que realmente ocurría. Hasta se habló del temor de que el futbolista se las lleve a Turquía. A las 10 de la noche, concluyó el escándalo.
No obstante, a las 4.23 de la mañana, la “Bad bitch” se puso en contacto con sus seguidores. En lo que parece ser un madrugón, señaló: “Qué día largo, gracias por el aguante de siempre”. La publicación en su canal de WhatsApp, y a pesar del horario, superó las tres mil reacciones entre emoticones de abrazos.
Wanda, que atravesó el episodio junto a una amiga y una empleada doméstica, había manifestado que quería cumplir con la orden, pero “bajo sus propias condiciones”, lo que fue interpretado por el entorno judicial como un intento de dilación. Las menores regresarán con su madre el próximo 4 de julio, previo a la partida de Icardi a Estambul.