
Durante la mañana de este viernes continuó en sede judicial el debate oral y público por el asalto al Obispado de la diócesis de Catamarca, sucedido el 27 de septiembre de 2012, y que tiene en el banquillo a Héctor Gabriel Vargas.
En este caso se llevó a cabo un careo entre Patricia Alejandra Romero y Marcos Toledo Juárez, quienes son la suegra del acusado y el cocinero del Obispado respectivamente. Romero era empleada de limpieza al momento de los hechos.
Su testimonio en la etapa de instrucción de la causa fue clave para llegar a Vargas, ya que dos meses antes del asalto le habría comentado a Toledo Juárez, el cocinero del Obispado, que pensaban asaltar a los curas.
Esto mismo habría dicho ella frente al fiscal instructor, pero durante el debate de este viernes negó la situación y aseguró que fue obligada por la policía. Por tal motivo se realizó el careo, por pedido del fiscal Rubén Carrizo, con el cocinero.
Sin embargo ambos se mantuvieron en sus dichos con Toledo, asegurando que la mujer le había anticipado lo del asalto, y Romero, negándolo. Según trascendió, el fiscal podría acusar a la empleada por falso testimonio.
Cabe mencionar que Vargas es el único imputado por el asalto de $60.000 realizado en septiembre de 2012 y llegó a juicio por habérsele encontrado en su poder, durante un allanamiento, un croquis del edificio del Obispado.
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