El conflicto se destrabó en Valle Viejo.

El intendente de Valle Viejo, Gustavo Jalile, dejó sin efecto el decreto por el que daba de baja a más de 400 empleados nombrados en planta permanente por la intendenta saliente, Natalia Soria. La medida se tomó luego de arduas negociaciones y de una jornada de tensión en el departamento chacarero durante la jornada del miércoles.

Las negociaciones arrancaron a media mañana, luego de que empleados municipales se dieran con la noticia de que habían sido dados de baja por un decreto firmado por Jalile. Inmediatamente se inició una fuerte protesta que incluyó la toma del edificio municipal, pintadas y carteles contra el intendente. Jalile con los representantes gremiales negociaron y finalmente se firmó un acta acuerdo mediante la cual se dejaba constancia de la derogación del decreto de baja y el mantenimiento de los puestos de trabajo de los empleados afectados. En el acta acuerdo los gremialistas se comprometieron a acompañar a Jalile en las gestiones ante el Gobierno Provincial para conseguir los fondos necesarios para hacer frente al pago de sueldos.

En diálogo con la prensa, el “Gallo” Jalile explicó que “el principal problema es la plata. Tenemos un presupuesto muy por encima de la coparticipación provincial, es decir, ahora dependeremos del gobierno de la provincia para pagar sueldos y aguinaldos. Si el gobierno de la provincia no nos da la plata suficiente para solventar esos gastos va a ser un caos nuevamente”. Además, agregó que “queremos un compromiso por parte de los gremios y del gobierno para hacer frente a la continuidad de los empleados. Así como transfirió fondos durante 4 años al municipio esperamos que lo siga haciendo”. “Con el acta acuerdo queda formalizado la continuidad de los empleados. El tema ahora es buscar los recursos. Si los recursos no aparecen volveremos a juntarnos con los gremialistas. Si hay para pagar a 10, se pagará a 10. Si hay para 15, se pagará a 15 hasta conseguir todos los recursos”, enfatizó.