Se trata del biodiesel y bioetanol destinados al corte obligado con las naftas y gasoil.
El gobierno de Javier Milei dispuso este lunes aumentar los precios del bioetanol y biodiesel que se utilizan para el corte mínimo obligatorio de las naftas y el gasoil y se espera que las petroleras trasladen la suba al surtidor. Es que, por ley, los combustibles que se expenden en las estaciones de servicio deben contar con un mínimo de 12% de biocombustibles.
Así quedó plasmado en las Resoluciones 71/2024; 72/2024 y 73/2024 publicadas hoy en el Boletín Oficial con la firma del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo.
El Gobierno fijó así en 938.540 pesos por tonelada el precio mínimo de adquisición del biodiesel destinado a su mezcla obligatoria con gasoil, “para las operaciones a llevarse a cabo durante el mes de mayo de 2024 y hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace”.
A través de la Resolución 72/2024, se fijó en 570 pesos por litro el precio mínimo de adquisición del bioetanol elaborado a base de maíz destinado a su mezcla obligatoria con nafta. Mientras que la Resolución 73/2024 oficializó la suba a 622 pesos por litro el precio mínimo de adquisición del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar.
En ambos casos regirá para las operaciones a llevarse a cabo durante el mes de mayo de 2024 y hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace.
Impacto en los precios de las naftas
Al estar obligados por ley a comprar los biocombustibles para cortar los combustibles fósiles, las petroleras verán un nuevo incremento en sus costos ya que son un insumo para su producción. Frente a este escenario se prevé que, tal como hacen siempre, las petroleras trasladen esta nueva suba a los precios que se pagan en surtidor.
Este mes debía aplicarse además un incremento del impuesto a los combustibles que también suma presión a los precios en surtidor. Sin embargo, el Gobierno decidió postergar la suba hasta el mes de junio para impedir su impacto en el índice de inflación.
En tanto en julio está previsto una nueva suba, que también se encuentra en revisión y que el Gobierno podría seguir pateando hacia adelante para seguir dibujando el índice de inflación y diferir subas sensibles para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide todos los meses el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).